Los programas modernos para obtener la ciudadanía por inversión han aparecido relativamente recientemente. La jurisdicción de la isla de San Cristóbal y Nieves (Saint Kitts & Nevis) fue la primera en emitir ‘pasaportes dorados’ (otro nombre para este tipo de programas) en 1984. En ese momento, fue un gran avance. Desde entonces, muchos inversionistas han percibido la ciudadanía caribeña como una opción de emergencia de respaldo que le permitirá protegerse a usted y a su familia de posibles situaciones de fuerza mayor en su jurisdicción de origen.
Cómo un pasaporte haitiano se convirtió en el precursor de la ciudadanía moderna mediante programas de inversión
El prototipo de programas modernos de ciudadanía por inversión (también llamados programas de ‘pasaporte dorado’ o ‘pasaporte extraterritorial’) apareció en la década de 1930. En ese momento, las razones de la aparición del programa CBI eran completamente diferentes, no relacionadas con negocios, planificación fiscal o protección de activos.
En esos días, nubes oscuras se acumularon sobre Europa continental, especialmente sobre la población judía. Las personas corrían un gran peligro solo porque no trabajaban el sábado o porque su apellido tenía una terminación específica, como ‘stein’ o ‘berg’. Si los programas CBI (ciudadanía por inversión) hubieran existido en ese momento, habría habido significativamente menos víctimas entre el pueblo judío. La única posibilidad real era un pasaporte de Haití, pero la disponibilidad de esta opción era relativamente baja.
Otro problema era la vaguedad e incertidumbre de las perspectivas, así como la falta de voluntad para abandonar sus hogares. Sin duda, muchos judíos hubieran dado sus ahorros para obtener un pasaporte de Haití si hubieran sabido lo que sucedería a continuación. Pero en la primera mitad de la década de 1930, existía la esperanza de que el orden pronto regresaría a Europa.
Sólo 100 familias de Europa del Este, que en 1937 zarparon hacia el continente americano, se arriesgaron a separarse de sus hogares. De hecho, se convierten en las primeras personas en probar un programa CBI. No eligieron Estados Unidos, Brasil o Argentina, que eran los destinos migratorios habituales de la época. Los judíos que abandonaron Europa del Este se convirtieron en ciudadanos de Haití. Solo este país en aquellos lejanos tiempos ofrecía la oportunidad de obtener el llamado ‘pasaporte de oro’.
Unas palabras sobre el precio solicitado por las autoridades haitianas: en 1937 era bastante alto: 5000 USD (alrededor de 100 000 USD en términos modernos). Muchos judíos lo consideraron demasiado alto y se quedaron en casa. Pronto se arrepentirían, pero sería demasiado tarde. Por eso solo 100 familias judías decidieron mudarse a Haití. La ciudadanía de Haití se volvió casi igual a la famosa lista de Schindler para 1200 judíos polacos. De esta manera, pudieron sobrevivir al obtener la primera ciudadanía por inversión en la historia del mundo.
¿Por qué se necesitaba una introducción histórica tan importante? Queríamos mostrarle que los programas de ciudadanía por inversión no se tratan solo de la perspectiva de beneficios materiales. La ciudadanía caribeña (ya no es posible mudarse a Haití comprando un ‘pasaporte dorado’) es una protección eficaz para su familia, una vía de escape en caso de fuerza mayor. Esto es especialmente cierto dado que la ciudadanía caribeña es una de las más asequibles. Por lo tanto, muchas personas podrán obtener un pasaporte caribeño y no solo los más ricos.
Por qué es fundamental tener una vía de escape en el ejemplo de Venezuela
Si los paralelos históricos le parecen demasiado exagerados, aquí hay un nuevo ejemplo de cómo un ‘pasaporte extranjero’ podría salvar la vida de las personas encerradas en su propio país. Cuando la situación política interna en Venezuela se deterioró significativamente (2014), la economía del país rápidamente se fue cuesta abajo.
La inflación se aceleró significativamente, las exportaciones cayeron y los precios y el desempleo se dispararon. Ante ese panorama, muchos ciudadanos de Venezuela querían salir del país y salvar a sus familias. La ciudadanía caribeña sería una excelente opción para muchos venezolanos, y los optimistas incluso discutieron paralelos históricos con Haití.
Pero estos planes nunca se materializaron en algo concreto. Los judíos que se mudaron a Haití en 1937 lograron salir de Alemania antes de que la histeria antijudía se convirtiera en parte de la política nacional. Los ciudadanos de Venezuela fueron aún menos afortunados en este sentido. La fuerte depreciación de la moneda nacional hizo imposibles las inversiones de emergencia en CBI. No podían salir ni siquiera como refugiados sin obtener un permiso de residencia. Todos los programas de CBI requerían inversiones que nadie tenía. Como resultado, la mayoría de los venezolanos, en cierta medida, repitió la suerte de los judíos, quienes consideraron inoportuna la mudanza a Haití en 1937.
Tales paralelismos históricos, en este caso, son bastante apropiados. Si los venezolanos hubieran obtenido un ‘pasaporte extranjero’ por adelantado, podrían haber salvado a sus familias. Pero decidieron que los programas de ciudadanía por inversión eran demasiado costosos y extemporáneos.
Programas de ‘pasaporte dorado’ en realidades modernas
En el siglo XXI, los programas CBI no son algo único como lo fueron en el siglo pasado. Un pasaporte de Haití en la década de 1930 y los actuales programas de CBI en alta mar son propuestas fundamentalmente diferentes. Aquellos que buscan proteger a sus familias y asegurarse contra cualquier caso de fuerza mayor tienen muchas más opciones en 2022.
Las jurisdicciones extraterritoriales del Caribe brindan más oportunidades y más libertad. No limitan al propietario y no los atan a un país específico. Esta es una opción casi ideal para aquellos interesados en CBI que se preocupan por la suma de todas las características, no por indicadores individuales. Pero para apreciar la oferta que cinco países del Caribe están listos para hacerle (Antigua y Barbuda, La Mancomunidad de Dominia, Granada, San Cristóbal y Nieves y Santa Lucia), debe comprender qué beneficios obtiene.
Las principales ventajas de obtener un pasaporte caribeño:
- Libertad de viaje.
- Escotilla de escape para usted y su familia.
- Libertad para realizar negocios: tradicionales u offshore.
- Optimización fiscal legal (tanto personal como empresarial).
- Apertura simplificada y acelerada de cuentas bancarias.
- Educación clásica británica para niños. Las familias con menores podrán aprovechar al máximo el sistema educativo construido sobre los antiguos principios y tradiciones del Reino Unido.
Opciones tradicionales para obtener una segunda ciudadanía
Los programas de ciudadanía por inversión no son la única opción para obtener una segunda ciudadanía para usted y los miembros de su familia. Si dejamos de lado el ‘pasaporte dorado’ en cualquiera de sus encarnaciones (no necesariamente la CBI del Caribe, hay propuestas similares en otros países), solo quedan las formas tradicionales.
¿Cómo puede cambiar de ciudadanía sin participar en los programas de CBI?
- Principio del derecho de suelo (‘jus soli’). Un niño nacido en un país en particular que sigue este principio se convierte automáticamente en su ciudadano. No importa la nacionalidad de los padres.
- Principio del derecho de sangre (‘jus sanguinis’). Un niño nacido de un ciudadano del país recibe el mismo estatus que uno de los padres. No importa el lugar de nacimiento del niño.
- Por ascendencia. La ciudadanía se puede obtener si uno de los antepasados de la persona era ciudadano del país (la mayoría de las veces, los abuelos, con menos frecuencia, los bisabuelos y las bisabuelas).
- Naturalización. Esta es la forma tradicional y más común de mudarse a otro país. Si se puede comprar un pasaporte de Haití, entonces durante la naturalización, debe obtener un pasaporte del nuevo país. Primero, debe obtener un permiso de residencia, vivir en el país durante un período determinado (bastante largo) y aprender su idioma y cultura. Y solo después de eso, puede solicitar la ciudadanía por naturalización.
- Por matrimonio . Esta es una opción de compromiso en términos de tiempo y costo, ubicada entre la naturalización clásica y la ciudadanía por programas de inversión (depende mucho del país).
La conclusión de una comparación directa de todas las opciones actualmente disponibles para obtener la ciudadanía es obvia. Si no está listo para esperar de 5 a 10 años, no tiene parientes de otro país y crear y mantener relaciones románticas parece demasiado inseguro, la ciudadanía caribeña por inversión (también conocida como ‘pasaporte dorado’, ‘pasaporte extranjero’, CBI) será una opción perfecta. Y para muchos, esta será la única opción.
Cifras y hechos sobre la ciudadanía caribeña por inversión
Un ‘pasaporte extranjero’ que protegerá a su familia y minimizará las pérdidas en caso de cambios negativos en su país de origen ha sido una tendencia notable en los últimos años. Los programas de ciudadanía por inversión han recorrido un largo camino desde un pasaporte de Haití en la década de 1930 hasta las ofertas actuales en el Caribe y docenas de jurisdicciones offshore en todo el mundo. Pero la propuesta de Haití vino primero, y esto no debe olvidarse.
Cronología de las ofertas de CBI:
- 1984 – San Cristóbal y Nieves.
- 1993 – Mancomunidad de Dominica.
- 2013 – Antigua y Barbuda, Granada, Chipre (el programa de ciudadanía por inversión se cerró en 2021).
- 2015 – Vanuatu.
- 2016 – Santa Lucía.
- 2017 – Turquía.
- 2018 – Moldavia (el programa de ciudadanía por inversión se cerró en 2020).
- 2019 – Montenegro, Macedonia del Norte.
El nivel aproximado de costos para obtener un ‘pasaporte dorado’ (en miles de USD):
País que ofrece CBI | un solicitante | esposo + esposa | familia de 4 |
Antigua y Barbuda | 148 | 158 | 161 |
Mancomunidad de Dominica | 119 | 175 | 203 |
Granada | 175 | 234 | 239 |
Santa Lucía | 120 | 168 | 182 |
San Cristóbal y Nieves | 193 | 200 | 203 |
Recomendaciones y conclusiones
La ciudadanía por inversión y un ‘pasaporte dorado (extranjero)’ es un caso en el que las medidas oportunas tomadas para proteger los intereses de su familia definitivamente valen la pena el dinero gastado. Incluso si todo va bien en su jurisdicción de origen (deseamos sinceramente que esto sea cierto), la ciudadanía por inversión puede ser útil.
Hay muchos ejemplos de esto, y la Ciudadanía Por Inversión (CBI) del caribe es solo una de las opciones posibles (quizás una de las mejores, pero no la única). Después de todo, no hay nada más importante en el mundo que la seguridad de la familia. Y los programas de ciudadanía por inversión son una herramienta perfecta para lograr este objetivo. Con la ayuda de nuestros expertos, puede tomar la mejor decisión para sus necesidades específicas.
Puede encontrar información ampliada sobre el tema en nuestros otros artículos: Ciudadanía extranjera por inversión en 2022: todas las opciones disponibles y Ciudadanía caribeña por inversión e inmigración a la región.
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