A fines del verano de 2022, las autoridades finlandesas propusieron introducir un nuevo impuesto. Se trata del impuesto de salida, también conocido como impuesto de expatriación, para las personas que deciden renunciar a la condición de residente fiscal y salir del país. La tasa de dicho impuesto puede alcanzar el 30-34% y afectará a todos los bienes muebles propiedad de una persona directa o indirectamente.
Muchos países se están protegiendo de las salidas de capital. Algunos crean condiciones atractivas, mientras que otros introducen barreras administrativas y fiscales protectoras.
Es posible que Finlandia se una pronto al club de países con barreras fiscales. Según la nueva propuesta, las personas que decidan renunciar a la ciudadanía o la residencia fiscal deberán pagar un impuesto de expatriación (salida).
La nueva regla se aplicará a las personas que hayan sido residentes fiscales en Finlandia (es decir, hayan vivido en el país durante más de 183 días al año) durante 4 de los últimos diez años. Este impuesto se recaudará como un impuesto a las ganancias de capital. Por lo general, es 30-34%.
Estarán gravados todos los bienes muebles bajo control directo o indirecto: acciones, bonos, futuros, pólizas de seguros, pensiones y monedas virtuales. La buena noticia condicional es que el impuesto se aplicará cuando el valor total de los activos supere los 500.000 EUR y cuando la plusvalía supere los 100.000 EUR.
La ganancia estimada se tratará como renta del ejercicio fiscal en el que la persona renunció a la residencia fiscal. El contribuyente podrá solicitar un aplazamiento hasta la efectiva venta del bien. En este caso, la ganancia de capital se reconocerá en la declaración de impuestos del año en que se vendió el activo.
Un activo puede estar totalmente exento de impuestos si no es apropiado dentro de los ocho años fiscales posteriores a la renuncia a la residencia fiscal.
Los expertos sugieren que la propuesta encontrará resistencia (al menos prevé la posibilidad de doble imposición), pero el tema se está discutiendo activamente. Si se aprueba la ley, entrará en vigor a principios de 2023.
¿Qué significa el impuesto a los expatriados en la práctica?
Cualquier país quiere que el dinero trabaje para él: estos son los impuestos, el volumen de negocios, la actividad empresarial y los nuevos inversores. A menudo, el interés en la economía de un país en particular se logra a través de la competencia, creando un clima de inversión favorable y seguro.
Sin embargo, no siempre es posible mantenerlo durante décadas, y los inversores pueden encontrar un nuevo lugar para almacenar y aumentar su capital. Los motivos para mudarse pueden ser múltiples: desde lo personal (salud, relación, crianza de los hijos) hasta lo profesional (cambios en la legislación o el paradigma empresarial).
Y los países buscan limitar la salida de dinero, en el momento o por adelantado.
El impuesto de salida es una forma de obligarlo a pagar por su dinero ganado sobre el cual ya ha pagado impuestos.
Finlandia no es un ejemplo único, sino solo el más reciente. Las autoridades del país sienten los cambios y buscan protegerse y complicar la vida de las personas que ganaban dinero, al menos temporalmente, en su territorio.
¿Quién sabe si su país será el próximo? Considere sacar dinero del país antes de que el país saque dinero de su bolsillo. ¿Cómo hacerlo? Lee abajo.
¿Qué países ya han introducido el impuesto de salida?
Canadá cobra un impuesto de salida a quienes renuncian a la residencia fiscal. Este es el impuesto a las ganancias de capital que resultaría si una persona vendiera sus activos el día que renuncia a la residencia. El monto se calcula sobre la base de la diferencia en el valor del activo al momento de la llegada a Canadá (al momento de la compra) y al momento de la salida.
Alemania ha tenido experiencia con un impuesto similar en el pasado, lo introdujo en 1931 para mantener el flujo de dinero durante la crisis. Luego también se usó para confiscar propiedades después de que los nazis llegaran al poder. Hoy en día, en algunos casos, las acciones de la empresa pueden considerarse un activo imponible durante la expatriación.
Los Países Bajos han firmado acuerdos con Bélgica y Portugal por los que se aplica un impuesto si los residentes holandeses se mudan a estos países. El objetivo principal es evitar el cobro libre de impuestos de las pensiones holandesas.
Noruega recauda el impuesto de salida sobre las ganancias de capital no realizadas que aparecen el día de la salida. El monto del aumento debe exceder NOK 500,000. El pago de impuestos se puede aplazar sin seguridad si el sujeto reside en otro estado miembro del EEE y con seguridad si reside fuera del EEE. Si no se obtienen utilidades imponibles dentro de los cinco años, la emigración se considerará no motivada por efectos tributarios, y el impuesto será condonado o reembolsado.
Sudáfrica ha introducido controles sobre la salida de capital que se va con la gente. Los primeros 4 millones de RAND (alrededor de USD 225 mil) se consideran exentos (8 millones para la familia). Habiendo renunciado al estatus de residente en Sudáfrica, una persona recibe el estatus de emigrante. El emigrante debe declarar todos sus activos en todo el mundo a un distribuidor autorizado del Banco de la Reserva de Sudáfrica y obtener un certificado fiscal del Servicio de Impuestos de Sudáfrica.
España introdujo un impuesto similar en 2014. Afecta a las personas que tienen acciones por valor de más de 4 millones de euros, o 1 millón si la persona posee el 25 % de la empresa. Se debe pagar el impuesto si una persona cambia de lugar de residencia y renuncia a la residencia fiscal después de haber residido 10 de los últimos 15 años en España.
Estados Unidos, Myanmar, Eritrea: ¿qué tienen en común estos países? El hecho es que los ciudadanos de estos estados deben pagar impuestos incluso si residen permanentemente en el extranjero. Los ciudadanos eritreos pagan el 2 %, mientras que los ciudadanos estadounidenses pagan la tasa completa (solo se puede solicitar una exención de impuestos para los primeros 100 000 USD). Además, los ciudadanos estadounidenses ricos deben pagar un impuesto importante cuando renuncian a la ciudadanía. Un impuesto similar puede ser pagado por aquellos que viven en el país de forma permanente (8 años fiscales de los últimos 15 años hasta que se renunció al estado).
¿Cómo proteger los activos antes de que el estado se meta en su bolsillo?
El gobierno encontrará cualquier forma legal (después de todo, emite leyes) para mantener el capital en el país y meterse más en su bolsillo. Incluso si decide abandonar el país, encontrará la manera de reducir su riqueza.
¿Qué se puede hacer para evitar que esto suceda? Tiene que actuar con antelación.
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