Frecuentemente se mencionan las sociedades offshore y las sociedades extranjeras, y en general, la percepción que rodea a las sociedades offshore es ambigua en comparación con las sociedades extranjeras. ¿Cuál es la diferencia real entre ellas y por qué no hay nada inherentemente censurable en el uso de sociedades offshore?
Sociedad extranjera y sociedad offshore: ¿cuál es la diferencia?
Comencemos por el punto principal: en la actualidad, las sociedades offshore y las sociedades extranjeras son en esencia lo mismo. Al registrar una empresa fuera de su país de residencia, se crea una sociedad extranjera que, con algunas pequeñas diferencias adicionales, puede considerarse offshore.
Históricamente, las jurisdicciones offshore se referían a naciones insulares que ofrecían importantes beneficios fiscales, altos niveles de confidencialidad e incluso anonimato para sus clientes. En muchas de estas jurisdicciones, los servicios financieros prestados a no residentes, como empresas y cuentas, constituían una parte significativa de su Producto Interno Bruto (PIB).
En la actualidad, el concepto de anonimato ha disminuido considerablemente, y es posible lograr un nivel razonable de confidencialidad no solo en las jurisdicciones offshore tradicionales, sino también en algunas jurisdicciones midshore y onshore.
Ahorrar impuestos legalmente es posible no sólo en lugares como Nieves, Seychelles o las Bahamas, sino también en Hungría, el Reino Unido o incluso Estados Unidos. Incluso es posible crear condiciones en las que el tipo del impuesto de sociedades sobre los beneficios ascienda al 0%.
Según otras definiciones, una empresa se considera extranjera si está registrada en un tercer país y opera en el mercado local. Se considera offshore si está registrada en un tercer país y opera fuera de esta jurisdicción.
Hoy en día, es muy popular establecer una empresa con elementos offshore en una jurisdicción onshore. Esta opción ofrece:
- confidencialidad para los propietarios
- incentivos fiscales
- condiciones flexibles de gestión empresarial.
Por lo tanto, cualquier empresa extranjera puede ser considerada una empresa offshore, y cualquier empresa offshore puede ser considerada una empresa extranjera. Si tiene preocupaciones sobre la connotación negativa históricamente asociada a las empresas offshore, puede utilizar el término «empresa extranjera» en su comunicación.
Sin embargo, es importante tener en cuenta un problema relacionado con la reputación. Muchos países han establecido listas grises y negras que restringen las relaciones comerciales de las empresas y bancos locales con entidades de jurisdicciones extraterritoriales. Esto puede implicar dificultades para abrir cuentas bancarias o estar sujeto a impuestos adicionales al repatriar dividendos.
Las ventajas de una sociedad offshore o extranjera dependen del propósito para el cual se pretende utilizar. Cada situación requiere una evaluación cuidadosa para determinar si los beneficios fiscales, la confidencialidad u otras ventajas son adecuadas y justificadas para las necesidades específicas de la empresa.
Nuestros expertos pueden ofrecerle recomendaciones específicas de empresas adaptadas a sus necesidades durante una consulta gratuita. No dude en ponerse en contacto con nosotros a través del siguiente formulario y descubra qué sociedad offshore o extranjera le conviene más.
Opciones para utilizar una sociedad offshore y extranjera
¿Para qué fines es razonable utilizar sociedades offshore y extranjeras? He aquí algunos ejemplos:
- Lanzamiento de un negocio en un mercado extranjero y, concretamente, registro de una empresa extranjera allí.
- La realización de negocios internacionales, como el comercio o los seguros, que es conveniente registrarse como una empresa offshore en un centro financiero reconocido.
- Gestión de los flujos financieros de múltiples empresas como holding internacional.
- Salvaguardar los activos frente a confiscaciones, trastornos económicos y sociales, ex cónyuges y defraudadores (recomendamos sociedades y fideicomisos en Nieves).
- Planificación de la sucesión, especialmente en países con elevados niveles de tributación de los activos (en el Reino Unido, los tipos impositivos pueden alcanzar el 45%). Las empresas extranjeras permiten ahorrar, ya que se heredan las acciones de la empresa, en lugar de los activos individuales. Además, el uso de fideicomisos y fundaciones permite determinar con precisión cómo se transferirá la herencia, en qué proporciones y en qué momentos.
- Invertir en activos extranjeros, lo que, en algunos casos, sólo es posible desde la jurisdicción respectiva.
- Adquirir la residencia, la residencia permanente o la nacionalidad en otro país. Registrando un negocio o comprando bienes inmuebles, es posible obtener el estatus de residente o ciudadano en determinados países. Recomendamos estudiar con más detalle el concepto de ciudadanía por inversión.
Como se puede apreciar, la optimización fiscal no se incluye como categoría en la lista mencionada. Sin embargo, es cierto que las sociedades offshore han sido utilizadas históricamente para reducir significativamente las cargas fiscales, lo que en algunos casos ha llevado a prácticas de evasión fiscal. Desde 2013, se ha llevado a cabo una activa lucha contra la evasión fiscal, logrando resultados notables. En la actualidad, tanto las jurisdicciones offshore como los bancos extranjeros comparten información sobre el almacenamiento de fondos, sus fuentes y el cumplimiento de obligaciones fiscales.
Por lo tanto, para proteger su bienestar y libertad, se recomienda evitar por completo cualquier intento de evadir el pago de impuestos. Es importante recordar que en muchos países, la evasión fiscal significativa se considera un delito penal que conlleva penas de prisión y severas sanciones.
No obstante, dentro de un enfoque cuidadosamente considerado, es posible optimizar y reducir las tasas impositivas efectivas mediante el uso de sociedades extranjeras y offshore. Por ejemplo, en Serbia es posible establecer una empresa extranjera en una zona económica especial y estar exento del impuesto al valor agregado (IVA) y de los aranceles aduaneros. Países como Nieves, Seychelles y Bermudas no gravan las ganancias empresariales o personales. En Estados Unidos, al registrar una sociedad offshore en Wyoming, Nevada o Delaware, también se pueden evitar los impuestos de sociedades si los ingresos se generan íntegramente fuera del país.
Es fundamental destacar que cualquier estrategia de optimización fiscal debe estar plenamente en conformidad con las leyes y regulaciones fiscales aplicables, evitando cualquier práctica ilegal o cuestionable.
¿Cómo elegir una sociedad offshore o extranjera?
A la hora de elegir una empresa extranjera, hágase varias preguntas:
- ¿En qué mercado quiero entrar: internacional o local?
- ¿Qué tipo de producto o servicio ofrezco?
- ¿Necesito una licencia?
- ¿Qué volumen de negocio se prevé?
- ¿En qué países necesito una cuenta?
- ¿De qué país soy ciudadano y residente?
- ¿Dónde distribuirá dividendos la empresa?
- ¿Es una empresa con fines empresariales o personales?
En función de las respuestas, se puede elegir una jurisdicción adecuada, no sólo en función del nivel impositivo, sino también de la resolución de la tarea que se plantee. En algunos casos, una sociedad extranjera con un tipo del impuesto de sociedades del 9% puede resultar más ventajosa teniendo en cuenta la suma de factores que una sociedad offshore con un tipo impositivo del 0%.
¿Qué jurisdicción offshore le conviene más? Póngase en contacto con nosotros para una consulta gratuita por correo electrónico: info.es@offshore-pro.info.